En una pelota que suma 74 años de historia hay mucha tela que cortar y para la venidera contienda habrá que agregar la pandemia del Covid-19 a la lista. El 15 de noviembre es la fecha tentativa para el comienzo de la LVBP, pero hasta ahora hay más dudas que certezas.
Por segundo año consecutivo se disputaría un calendario de apenas 42 juegos, aun no se sabe del patrocinio que sostendrá la competencia y ya muchos comienzan a dudar, una vez más, de la calidad del circuito. No obstante, muchos jugadores se aferran a la esperanza de que la pelota pueda salir adelante. Osman Marval es uno de ellos.
Apenas el año pasado se reencontró con la liga, después de mucho tiempo, y ya no está dispuesto a dejarla.
“Volver a jugar en la LVBP después de ocho años para mí fue increíble, jugar en tu país cerca de la familia, reencontrarse con la afición y el juego caribe es extraordinario… Ya yo hable con Cardenales y les dije que estaría con ellos”, aseguró el receptor de 32 años, que fue una de las más grandes sorpresas de la contienda pasada.
El criollo, que entre 2012 y 2018 destacó en el béisbol italiano con dos títulos de bateo (2012, 2017) y un MVP de Serie Final (2016), terminó la ronda regular bateando para .329 con 14 extrabases y 31 carreras remolcadas. Fue el noveno mejor bate de toda la liga.
Fácilmente se ganó el apoyo de la afición y ese respaldo es el que lo hace confiar ciegamente en que la liga puede mantener un buen espectáculo a pesar de la crisis.
“El nivel no lo ponen los nombres, sino el deseo de demostrar las cosas que sabes hacer… (El año pasado) en la segunda mitad, la liga tuvo un excelente nivel y a eso tenemos que apostar”, sostuvo el nacido en Punto Fijo.
“Me gustaría que se jugara mucho más que tres meses, pero tenemos que acoplarnos a todos los ajustes de la liga y jugar el mejor béisbol que podamos”, insistió.
Por otro lado, se confesó emocionado por pertenecer a los Cardenales, que a su juicio tienen todo lo que se necesita para conseguir el ansiado tricampeonato que, hasta ahora, solo poseen los Leones del Caracas y los Tigres de Aragua.
“La fortaleza de Cardenales, aparte del talento que cada uno tiene, es la unidad que existe en el dugout, la hermandad y camaradería ente los jugadores es increíble”, añadió el careta.
“Todos los días llegamos al terreno con mentalidad de ganadores, cada uno hacer lo que le corresponde, esa es la clave”, concluyó.
Marval, que al igual que la mayoría de los venezolanos se encuentra en cuarentena, está convencido de que apostar por el talento nacional siempre será clave para cosechar futuros éxitos. Por eso reitera toda su confianza en la pelota criolla.