El Covid-19 alteró todo el calendario del tenis este año, pero podría afectar inclusive el de la próxima temporada y hasta impedir que se dispute el Abierto de Australia de 2021.
Así lo anticipó Craig Tiley, director del primero de los cuatro torneos del Grand Slam del circuito y hasta hoy único que logró completarse este año en el que la pandemia modificó usos y costumbres en todo el planeta. El deporte no estuvo exento y el tenis también siente las consecuencias pues debió interrumpir actividades que, si la situación lo permite, serían retomadas en junio, aunque para entonces ya muchas “víctimas” habrán quedado en el camino.
El Abierto australiano que se disputa habitualmente en enero en Melbourne Park logró eludir los efectos de la pandemia que por entonces parecía limitada a unos pocos países y llegó a consagrar a sus campeones este año.
“Esperamos seguir siendo los primeros en reanudar las actividades, pero no está claro aún que esto vaya a suceder”, admitió el director del certamen en diálogo con el diario australiano “The Age”. Sobre los posibles escenarios, dijo: “Uno es que todo suceda como normalmente sucede. Otro que se juegue en la época habitual, pero sin público, aunque no debemos descartar que se dispute en otra fecha o incluso que no se juegue en 2021”, según publica ANSA.A ocho meses del inicio de la próxima edición resulta imposible aventurar hoy por hoy qué podría llegar a suceder pues la pandemia no da tregua y si bien la situación tiende a normalizarse en algunos países, lejos está de resolverse. Tiley confirmó que será renovada la póliza de seguro contra pandemias, previsión que en su momento le permitió a los organizadores de Wimbledon eludir una pérdida que hubiese resultado devastadora.