Hablar de los siete jinetes para la Vinotinto no es, ni siquiera en sentido figurado, los siete del Apocalipsis. Estos eran símbolo de guerras y fatalidad; aquellos vienen a ser los candidatos para llevar de las bridas a la selección nacional, que al final puede ser un canto a la ilusión.
La situación es particular: tomar a la Vinotinto ahora, en estas condiciones, cuando ya se ha apagado la esperanza mundialista parece un “autosuicidio”, como dijera alguna vez un político venezolano.
Por eso es de suponer, entonces, que aquel que tenga las agallas de ponerse al comando de la empinada empresa estará mirando hacia el 2026, cuando el encuentro será en Canadá, Estados Unidos y México.
Eso le ha hecho mucha falta al fútbol venezolano: proyectos a largo plazo, levantar la cabeza y echar muy en serio una ojeada hacia un mañana que de pronto es hoy…
Miguel Ángel Russo, José Pekerman, Jorge Luis Pinto, Daniel Farías, Rogerio Ceni, Richard Páez y hasta Leonardo González, técnico actual, integran el grupo posible. Son ellos los siete “caballeros andantes” de lo que por estos días se habla, así ninguno de ellos vaya a ser el elegido.
Casi todos, Russo, Pekerman, Pinto y Páez andan por el mundo sin equipo, mas el hecho de que estén desempleados no les descalifica; recordemos a José Peseiro, quien aún sin tener equipo vino al país y cumplió un trabajo aceptable.
Porque todo está en la experiencia, en la voluntad de construir un edificio con bases endebles. Muchas de las cosas en la vida son así, y cuando la obra está hecha y se alcanzan las metas, las sonrisas se dibujan sinceras y espléndidas…
Pero, lo comentado no es todo. La Federación Venezolana, que apura sus pasos pues ya en noviembre la Vinotinto deberá enfrentar a Ecuador en Quito y a Perú en Caracas, ha dicho que sus contactos van por buen camino. Que el hombre escogido ya está anotado, y que en cualquier momento se conocerá su nombre.
No lo dudamos, pero aquí podremos decir que hay otros candidatos: ¿noticia inesperada? No podemos afirmarlo, pero por ahí sonaron otros dos, y que se puede pensar que son verdaderos outsiders: Gabriel Jaime “barrabás” Gómez, y Leonel Álvarez.
Suena extraño, si es que en el fútbol nacional todavía hay capacidad para la sorpresa, pero estos dos hombres, ambos actualmente sin trabajo y que hacen que los jinetes sean nueve y no siete, podrían, como colombianos que son, encajar por el conocimiento y la identificación con los venezolanos.
Tal vez y al momento de que esta columna sea publicada ya el director técnico de la Vinotinto sea otro, pero al final de todo estos son los riesgos que propone el periodismo. Qué le vamos a hacer. Nos vemos por ahí.