La edición número veinte de los Juegos Nacionales que culminaron ayer, después de dos semanas de intensas competencias, cumplieron con las enormes expectativas creadas. El primer logro es haber rescatado esta fiesta deportiva, que por razones organizativas, técnicas y económicas, se había detenido en el tiempo. Cerca de siete mil jóvenes de todo el país pudieron mostrar su talento, vivir la presión de luchar por obtener medallas, y formar parte de la élite de la que saldrán los nuevos integrantes de las selecciones nacionales con vista a todo el ciclo de competencias que culminará en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Con esta edición quedó demostrado que no es necesario una inversión fastuosa para poner en marcha los Juegos. La mejor política deportiva en tiempos de bonanzas o de cinturones apretados es la de cuidar y mantener la estructura existente.
En ese sentido, resulta otra victoria formidable que se haya aprovechado las instalaciones deportivas de siete estados del país para celebrar las distintas competencias.
El reto que tiene ahora el IND y los institutos regionales es velar para que el complejo de piscinas del Naciones Unidas, el Velódromo Teo Capriles, o la pista de atletismo del Máximo Viloria de Barquisimeto, completamente recuperado para los Juegos, se conserven en buenas condiciones para los entrenamientos y competencias de los atletas.
En lo deportivo, los Juegos sirvieron de luminosa vitrina para exhibir las virtudes de un grupo de atletas de gran nivel competitivo que, con el acompañamiento técnico-metodológico y el apoyo necesario, estarán figurando en las marquesinas internacionales.
A riesgo de dejar por fuera algún nombre, la lista de los atletas más destacados de estos Juegos la encabeza la nadadora mirandina, María Victoria Yegres, que ganó oro en las diez finales en las que participó. Su brillo no solo se mide por el número de preseas, sino por su capacidad para nadar las pruebas de velocidad y de largo aliento con la misma potencia y capacidad pulmonar. Lo cual quedó refrendado con los récords que estableció en los 1500 y en 100 metros libres. El capitalino Emil Pérez fue su contraparte en la natación masculina con seis oros y el récord en 100 mariposa.
El atletismo también exhibió dos nuevas figuras emergentes. Uno es el garrochista y saltador de largo larense, Ricardo Montes de Oca, que a los 16 años ya tiene marca de atletas sub-20. Su progresión apunta a que en los próximos años romperá el registro de Ricardo Diez en la pértiga (5.35 m) y se unirá a Yulimar Rojas y Robeilys Peinado en la élite de los saltadores del país.
También hay que seguirle la pista a la potente velocista anzoatiguense Yusbelis Rodríguez, ganadora de los 100 metros sub-18 con un respetable 12.10 que la colocan como la quinta mejor de Suramérica.
La lucha y las pesas son dos de los deportes que más han crecido en el país, y en los Juegos demostraron la gran calidad técnica de sus atletas. Aquí vale destacar a la portugueseña Irianny Torrealba y la carabobeña Andrea Velásquez, quienes ofrecieron soberbias demostraciones en sus combates en la lucha libre. Por su parte, la campeona olímpica juvenil Katherine Echandía ratificó su progreso estableciendo nueva marca en el envión al alzar 99 kg para llevarse el oro.
En este deporte, destacaron los también carabobeños, Kerlys Moreno que impuso récord para la categoría sub-17 al cargar 91 kg, y el subcampeón mundial juvenil Reinner Arango. Son nombres para enmarcar y seguirle los pasos, porque llenarán al país de triunfos.
El baloncesto vibró con mucho talento para el Suram sub-18
La presencia de numeroso público en los distintos escenarios de los Juegos Nacionales evidenció que los atletas en formación y sus competencias también llenan las tribunas, cuando reciben una adecuada promoción. En todas las competencias hubo un significativo respaldo.
El baloncesto masculino disputado en el gimnasio José Joaquín “Papá Carrillo” en el parque Miranda fue uno de los que más atención acaparó.
No era para menos, porque la final entre Caracas y Carabobo fue uno de los partidos más intensos y que mostró jugadores que veremos en el próximo Campeonato Suramericano Sub-18 que se jugará del 21 al 26 de marzo en el mismo escenario mirandino.
La Federación de Baloncesto dio a conocer la lista de preseleccionados para este torneo y no extraña que hayan sido elegidos el ala-pívot de Carabobo, Maickol Graterol, con un gran disparo en suspensión; el hábil base capitalino Kender Urbina y el espigado ala-pívot (2,04) de Distrito, Jonathan Grimán, quienes brillaron en los Nacionales. La nueva FVB está haciendo un gran trabajo desde las bases.
El Futven pasó de la oscura Quinta Claret a la gala televisiva
La Liga Futve ha dado un salto cualitativo en la organización y presentación del campeonato. Viendo la gala televisiva de los premios anuales y del calendario de la temporada, nos vino a la memoria la rueda de prensa para dar a conocer la temporada de 1996. El calendario se escribió a tiza en una pizarra de escuela, en un oscuro y desvencijado salón, lleno de pupitres, en la vieja casona de la Quinta Claret, que fungía como sede de la Federación Venezolana de Fútbol.
Todo muy distinto a lo ocurrido el jueves, en el que los directivos y protagonistas de la cancha se vistieron de gala para recibir sus reconocimientos en una regia ceremonia transmitida por Venevisión, un canal que ha sido ganado para proyectar a la Liga Futve.
Sobraron algunos premios, que tenían la intención de quedar bien y sobar el ego de los jefes, pero le quitan credibilidad al acto.
Falta que esta evolución se refleje también a la hora de cumplir con los contratos de los actores principales del show y, sobre todo, en seguir elevando el nivel competitivo de los equipos.