Tirarle adentro a los bateadores, estilo Don Drysdale o Roger Clemens, ha sido un buen recurso de los lanzadores, pero también un peligro de muerte para los bateadores. Ha habido un muerto por pelotazo de este tipo, y también docenas de lesionados y sacados del beisbol.
Después de 102 años, a cumplirse mañana, la tragedia del Polo Grounds, Nueva York, está vigente como el primer día.
Los Yankees jugaban de home club en ese parque de Manhattan, ya que faltaban tres años para que inauguraran Yankee Stadium en El Bronx.
Aquella calurosa tarde del lunes 16 de agosto de 1920, Carl Mays, de 26 años, lanzador derecho de los Yankees, quien tiraba una endiablada recta de más de 95 millas por hora y por debajo del brazo, se enfrentaba a Ray Chapman, shortstop de los Indios de Cleveland, de 29 años, bateador derecho, y primero al bate en el quinto inning. Estaba sin hits en un turno.
La impresión de todos en el palco de la prensa, fue que no tuvo tiempo de apartarse para dejar pasar la pelota. Cayó al lado del home-plate, manaba sangre por las orejas y ya nunca más fue el sonriente muchacho que había sido siempre. Murió en la madrugada del martes 17, tras ser operado.
Chapman solía acercarse mucho al home-plate, lo que enojaba a los pitchers. Y aún no se usaban los cascos, inaugurados por Ralph Kiner en la Nacional y Phil Rizzuto en la Americana en 1947. En aquel momento, ganaban los Indios 3-0, y la cuenta en 1-1. El lanzamiento siguiente fue el que se estrelló contra la cabeza de Chapman.
El umpire Tom Connolly, gritó desesperado llamando a un médico (aún no los tenían los equipos bajo contrato). Jugadores de ambos clubes, asombrados, sin saber qué hacer, rodearon a Ray.
Con ayuda de varios de ellos, logró incorporarse, y caminaba rumbo al clubhouse, al cual había que ir atravesando el terreno hacia el centerfield. Haberlo sometido a tal esfuerzo, lo calificaron los médicos de grave error.
“No creo que Mays le tirara deliberadamente a Chappie” dijo más tarde el mánager-jugador del Cleveland para la fecha, Tris Speaker. “Tuvo tiempo de apartarse, pero nunca se movió”.
Este mismo parecer ha sido el de otras personas presentes en el juego, como Lefty O´Doul, compañero de equipo de Mays.
En Grandes Ligas ningún otro ha fallecido en tales circunstancias, pero sí hubo graves lesionados, como Tony Conigliaro y Dickie Thon.
Enamorado de su esposa, esperaba el primer hijo
Caminando hacia el clubhouse, dijo Chapman…: “Por favor, infórmenle a Kate (su esposa) que estoy bien… Y ¿dónde está mi sortija?”.
El trainer le guardaba el anillo con brillantes, regalo de su esposa Kathleen Daly, quien le había despedido la noche anterior en la estación del tren en Cleveland, y quien esperaba el primer hijo de la pareja. Chapman, en su novena temporada de Grandes Ligas, había planificado retirarse después de la campaña de ese año.
“Ya no quiero más estas separaciones de mi esposa” solía decir a sus amigos, “voy a dedicarme a ella y a nuestros negocios en Cleveland”.
Le colocaron la sortija en el dedo anular izquierdo, según la costumbre de los casados en Estados Unidos. Entonces trató de sonreír, y se desmayó. Lo llevaron en camilla hasta la ambulancia. Ya no recuperó el conocimiento.
Millones de pelotas alrededor de las 100 y más millas por hora, han pasado y pasan cerca de las cabezas de los bigleaguers. Solo ésta ha sido mortal.
Chapman murió cuando parecía que mejoraba
En el St. Lawrence Hospital, los rayos X revelaron fractura de nueve centímetros.
En la madrugada del martes 17, a las 12:29, comenzaron la operación, durante la cual removieron un fragmento óseo, de unos cuatro centímetros por lado. El cerebro había sufrido graves lesiones. Localizaron coágulos de sangre.
La labor quirúrgica concluyó a la 1:44 de esa mañana, y el paciente respiró mejor, por lo que sus compañeros de equipo, que habían permanecido en vigilia, regresaron al hotel, confiados en que lo peor había pasado.
Sin embargo, cuando horas después se levantaron, supieron que Ray había muerto a las 4:50 del martes.
EN TIPS
Indios campeones
Los Indios ganaron ese juego 4-3, y subieron al shortstop Joe Sewell. Jugando en memoria de Chapman, ganaron el campeonato, 98-56.
Serie Mundial
También ganaron la Serie Mundial a los Dodgers 4-3. La viuda recibió 3.986,31 dólares, lo de su esposo.