martes, marzo 21, 2023
InicioOpinionesCristóbal GuerraCamiseta 10 | Adiós Peseiro, hola Argentina

Camiseta 10 | Adiós Peseiro, hola Argentina

La renuncia del técnico nacional era como las minas enterradas en un campo abierto: todos sabían que al pisar alguna iba a explotar, y solo faltaba el cuándo.

Todos los sucesos alrededor de José Peseiro han sido apenas un capítulo más del drama que ha envuelto al fútbol venezolano durante tantos años, y será por eso que siempre se está esperando que algo así suceda.

Y ese algo, ese presagio, además de la dimisión del conductor se llama Argentina, se llama Perú, se llama Paraguay. Vale preguntarse: ¿y no pudo el hombre esperar momento más crítico?, ¿por qué no tuvo la prudencia para jugar estos tres partidos y luego partir a Lisboa? Hacía ya tiempo que el teórico portugués tenía escrita la carta final, pero más de un año viendo su cuenta bancaria vacía lo llevaron, en la desesperada, a tomar tan pensada decisión.

Peseiro, sin conflicto, son las mejores relaciones con sus amigos los jugadores, soportó muchos vaivenes: dificultades para las convocatorias y los viajes de los futbolistas, la pandemia que azotó al equipo en la Copa América, y finalmente, más de un año sin saber cómo era el haz y el envés de un billete de dólar…

Dicen que lo mal comienza mal termina. Venezuela, en la incertidumbre de meses sin técnico, alimentando sueños con algunos anuncios de entrenadores que jamás aparecieron, debió conformarse con la llegada de un hombre trabajador, pero desconocido. A marchas forzadas, mirando a cada instante el reloj con el rabillo del ojo, Peseiro remó contra la corriente del Orinoco: una victoria en diez partidos dejó como saldo su infortunada presencia en territorio nacional. Peseiro se ha ido, y ahora, ¿qué habrá que hacer? A la fecha de esta publicación quizá ya se conozca al nuevo técnico, y entonces, sea quien sea ya no tendrá que remar contra el caudal del gran río de Venezuela, sino contra el Río de la Plata y su buque de pasajeros entre los que se cuenta un tal Lionel Messi, y un tal Ángel di María…

Entonces, a armar el rompecabezas de mil piezas. Bueno, de cincuenta y cinco, la exagerada cantidad de llamados elaborado por Peseiro y que parece más un recurso de previsión, por no decir miedo, después de los sucesos en la Copa América. Hablar de tal cantidad convocada pareciera una desmesura, porque ni Brasil, con sus miles de jugadores lo hace así. No hay tantos muchachos competitivos en Venezuela, tal vez ni siquiera la mitad. Solo que, al reclamar a los más aptos entonces casi siempre sean los mismos, y por ahora, los más aptos.

Entonces, se abren dos vertientes: salir a matar o morir, jugándoselo todo, o ir probando jugadores oteando en el horizonte el Mundial 2026. Nos vemos por ahí.


Lo último