lunes, marzo 27, 2023
InicioVisión de juegoLa Liga Futve vuelve a la acción pese a los malos augurios

La Liga Futve vuelve a la acción pese a los malos augurios

La Liga Futve se puso en marcha, pese a las aves del mal agüero que siempre anuncian catástrofes y el fin de los tiempos del fútbol profesional venezolano. No es la primera vez y lamentablemente no será la última en la que los equipos nacionales confrontan problemas económicos y dificultades para solventar las deudas pendientes.

La historia del fútbol profesional venezolano está repleta de altas y bajas, de equipos que nacen repleto de ilusiones con proyectos de erigir sedes propias, casa clubes para la residencia de sus jugadores y categorías menores de donde sacar talentos y alimentar sus plantillas.

El problema es que el fútbol venezolano nunca se ha erigido sobre las bases sólidas en las que se fundamentan el resto de las instituciones deportivas de Suramérica.

En lugar de clubes surgidos de una relación profunda con el lugar que representan, en Venezuela son comunes los equipos sin verdadera raigambre, que dependen de un único empresario para financiar los costos hasta que su paciencia por la falta de resultados consume los sueños de campeón.

Estos son apenas algunos factores que han impedido al fútbol nacional superar sus fallas sistémicas que se hacen más visibles, cuando la economía del país también merma como ha ocurrido en los años recientes, por diversos factores internos y externos que todos hemos vivido.

Pero en medio de tantas dificultades hay que celebrar que todavía haya enamorados del fútbol dispuestos a invertir recursos en mantener el campeonato profesional a flote. La primera división comenzará en las próximas semanas, porque hay empresarios como Phillipe Valentiner, presidente del Caracas FC, que siguen apostando por este deporte.

La diferencia es que el Caracas FC fue uno de los primeros en entender que había que adaptarse a los tiempos que corren. En lugar de grandes fichajes como se acostumbraba en los tiempos de boyante presupuesto, cuando el doctor Guillermo Valentiner era el gran mecenas del equipo, la gerencia del cuadro capitalino redujo salarios a las posibilidades de su finanzas y decidió que el futuro de la plantilla estaba en la formación de nuevos talentos para conquistar título y transferirlos al extranjero.

Para superar esta crisis económica que afecta a todo el país, el fútbol nacional tiene que seguir el camino del Caracas FC y aceptar con humildad que hay que arroparse hasta donde alcance la cobija. Los directivos no pueden seguir ofreciendo contratos de fábulas a jugadores venezolanos y extranjeros y cuerpos técnicos, que luego no pueden cumplir y todo termina con demandas ante la FIFA.

La directiva de la Liga Futve, comandada por Akram Almatni, y la nueva directiva de la Federación Venezolana de Fútbol, dirigida por Jorge Giménez, vienen trabajando en conjunto para buscar un nuevo modelo económico que permita sostener las finanzas de los equipos en el tiempo.

Se ha propuesto abrir las compuertas de la propiedad única de los equipos a nuevos y más inversionistas que puedan compartir los costos de financiamiento. Pero no es suficiente.

El fútbol nacional necesita reinventarse y hacerse más atractivo para los potenciales aficionados que son muy activos en las redes sociales. Hay que llevar más público a los estadios mediante convenios con instituciones públicas y privadas, convertirse en un espectáculo seguro, con boletos al alcance del bolsillo de toda la familia.

Y lo más importante de todo: hay que ofrecer un espectáculo apasionante, sin jugadores y técnicos reclamando por cualquier nimiedad a los árbitros, y más enfocados en divertir a quienes asisten a las canchas con pases y goles memorables.

La “Pulga” Gómez merece una estatua en el estadio de Mérida

No deja de ser una alegría que Estudiantes de Mérida, decano del fútbol nacional, haya conseguido un camino para salir de los problemas económicos que viene afrontando desde la pasada temporada, tras el trágico fallecimiento de Christian Tony, presidente del club.

La academia rojiblanca es un emblema del fútbol venezolano. Nunca se puede olvidar aquel Estudiantes de 1999 integrada en otras figuras por Luis Vallenilla Pacheco, Jorge “Zurdo” Rojas, Miguel Echenausi, Andrew Páez, Jesús Vera y Ruberth Morán sirvió de modelo para armar la selección Vinotinto que resurgió a partir de 2001 con el mismo Richard Páez en el banquillo.

Hay que reconocer el esfuerzo de la plantilla estudiantil para seguir creyendo en la institución y contribuir con paciencia de carbonero a mantenerla a flote.

La afición de Estudiantes de Mérida debería erigir una estatua a Jesús “La Pulga” Gómez en la entrada del estadio por el liderazgo que ejerció en estos tiempos difíciles. Ha sido esencial en lo deportivo con su gran calidad y para logar un acuerdo con la nueva directiva.

Marítimo intentará resurgir de nuevo en las aguas del litoral guairense

Marítimo de Venezuela fue uno de los equipos que mejores recuerdos dejó en los años ochenta y noventa del fútbol nacional. Antes de que Caracas y Táchira forjaran su rivalidad, el acorazado rojiverde era la institución capitalina que ofrecía más espectáculo y la única que podía tutearse con los aurinegros.

Creado por la colonia portuguesa que se entregó en cuerpo y alma y llenaba el estadio Olímpico para respaldar a su equipo, el Marítimo se desfondó por sus luchas con la Federación Venezolana de Fútbol y sus problemas económicos, tras ganar cuatro títulos en la primera división y formar generaciones de grandes futbolistas que integraron sus filas con Héctor Rivas, Pedro Acosta, Noel Sanvicente, Daniel Nikolac y Hebert Márquez como sus estandartes en la cancha.

Después de tantas penurias, Marítimo intentará revivir su glorioso pasado en su nuevo puerto del estadio José María Vargas en La Guaira.

Este año jugará en la segunda categoría y nadie puede quitarle la ilusión de que este nuevo proyecto tenga viento a favor para desembarcar en la máxima categoría.

Deja un comentario

Lo último