Cuarto juego
El 13 de agosto de 1970, encontró a César Tovar y a los Mellizos de Minnesota en Washington, donde enfrentarían a los Senadores. Como era costumbre, el nuevo manager Bill Rigney ubicó a Tovar como abridor de la alineación y jardinero izquierdo, mientras Dick Bosman era el pitcher abridor por los Senadores.
El venezolano no perdió tiempo, y en la apertura del primer acto, tocó la bola por los lados de la tercera base, donde se hallaba el pesado Frank Howard, para apuntarse un sencillo dentro del cuadro.
Sin embargo, sería el único imparable que Bosman permitiría en el juego. Los Mellizos solo tendrían a otro corredor en base en el resto del encuentro, por boleto en la sexta entrada, mientras Tovar fracasaba en sus tres turnos siguientes.
Fue el tercer out con un rodado a las manos de Bosman en la tercera entrada, en el sexto episodio bateó para dobleplay con un out y un corredor en la primera base, y en el noveno fue el out final del encuentro con otro batazo a las manos del pitcher Bosman. Washington se impuso 1 a 0.
Aparte de su cuarto juego arruinando un sin hits ni carreras, el de 1970 fue el primer gran año ofensivo de Tovar en las mayores.
Por primera vez tuvo un promedio ofensivo por encima de los 300 puntos, terminó con .300 con 195 imparables en 650 turnos, y fue líder de la Liga Americana con 36 dobles y 13 triples.
Quinto juego
El 31 de mayo de 1975, Tovar fue vendido por los Atléticos de Oakland a los Rangers de Texas, y ese mismo día se estrenó en casa ante los Yanquis de Nueva York. Como bateador designado y primer bate, le dio la bienvenida el manager Frank Lucchesi.
Jim “El Bagre” Hunter era el abridor por los Yanquis. Nueva York tomó ventaja de 1 a 0 en el primer inning con un sencillo impulsor de Roy White, y en su primer turno con los Rangers, y su primero en la primera entrada, Tovar falló con un rolling por los lados de la antesala.
Luego fue el tercer out del tercero, pero en el sexto conectó el primer imparable que recibiría Hunter, un sencillo al jardín central con las bases limpias y dos outs. Fue el único imparable que recibiría Hunter de los toleteros de los Rangers, camino a un triunfo de 6-0.
De hecho, ningún otro bateador de los Rangers consiguió llegar a las almohadillas entre el séptimo y el noveno episodio.
Fue así que culminó la epopeya ofensiva de César Tovar, de convertirse en el primer bateador en la historia de las grandes ligas, en conectar el único inatrapable del conjunto contrario y ganador en cinco partidos, entretanto arruinaba al pitcher abridor y ganador, el sueño del siempre añorado partido sin hits ni carreras.